El pincho de lechazo churro a la brasa de sarmiento al estilo de Traspinedo, es una delicia gastronómica por su aportación alimentaria y su sencillez en la elaboración en asadores y en las barras de acero inoxidable donde se inserta la carne troceada en un tamaño homogéneo.
Los comienzos de este modo tan delicioso y particular de preparar el lechazo en pinchos se remontan al siglo XIX ante la necesidad de los trabajadores, sobre todo los jornaleros del campo, de comer caliente y de una forma sencilla. Entonces las tajadas de lechazo, previamente sazonadas, se insertaban en una vara verde de mimbre o sarmiento y se ponían a asar en las brasas.
Fruto del ingenio de aquellas personas, ya en el último tercio del siglo XX, comenzaron a aflorar iniciativas para comercializar el delicioso plato culinario en negocios de hostelería que fueron surgiendo en la localidad, como es el caso de LO RICO DE CASTILLA, para ofrecer el afamado producto a vecinos y visitantes.
A parte del buen hacer de los hosteleros, los ganaderos dedicados a la cría del ovino de raza churra y carniceros de la localidad contribuyen también a que el producto sea exquisito pues la materia prima es fundamental en todo el proceso de este asado que es PATRIMONIO GASTRONÓMICO DE LA LOCALIDAD.
Traspinedo lleva con gran orgullo en su historia ser la CUNA DEL PINCHO DE LECHAZO ASADO AL SARMIENTO. La histórica tradición culinaria y la calidad del producto queda recogido de una manera acreditada y visiblemente identificada bajo la marca ‘PINCHO DE TRASPINEDO’.